El piloto irrompible

Hola amiguitos!
Muchos lo habréis visto en directo, como yo, que estaba comiendo un poco de tarta por mi cumple con mis padres. Otros lo habréis visto en las noticias, y sinceramente, cada vez que lo vuelvo a ver se me ponen los pelos de punta.

Os hablo de Robert Kubica, un piloto polaco (sí, un cranco de Cracovia) que es su segundo año en la Formula 1, es uno de los pilotos revelación, y no lo estaba haciendo nada mal el chaval.

Pues este finde pasado corrían el GP de Canadá, y esto dicen las crónicas:

Quien no haya visto hoy la Fórmula 1 se ha perdido uno de los golpes más fuertes de los últimos años. La primera impresión al ver el vídeo es “Pa haberse matao”. En la vuelta 27, curva 9, se tocó con el Toyota de Jarno Trulli. El accidente tiene de todo: choque frontal, vueltas de campana, trompo…
Pero a pesar de las impactantes imágenes, lo cierto es que Kubica está vivo, ileso y no perdió la consciencia de camino al hospital. Las informaciones acerca de una pierna fracturada han sido desmentidas por Mario Theissen, patrón de BMW Sauber (Se decía que solo se había roto una pierna, pero ni eso, solo una torcedura de tobillo). A las 9 de la mañana de hoy lunes, abandonará el hospital. Por lo visto está en condiciones incluso de disputar el GP de Estados Unidos (en Indianápolis), próxima cita del gran circo.



Vamos, que el tío se estrella de frente (y volando) contra el muro a 280 km/h, se tuerce un tobillo, y todo el mundo dice que no le ha pasado nada... pobrecillo, con lo que duele el tobillo cuando pisas mal ;) Lo dicho, esta gente es de otra pasta, porque de carne y hueso no parecen.

Ah, y quería añadir que lo que le salvó la vida (aunque no el tobillo jeje) es el sistema HANS, que es una pieza como un collarín que se ajusta al monoplaza, y que llevan todos los pilotos desde 2003. Así protege su cuello y las vértebras cervicales de los latigazos que pega el cuello al chocarse así, que de otro modo, ahora mismo estaría o en el otro barrio o tetrapléjico sin moverse de cuello para abajo. Bendito invento.

Y quiere correr ya el domingo que viene. Qué crack